Tres años después de su contratación por Pedro San Ginés y justo en el momento en que comienzan los rumores sobre su posible cese, se ha conocido que Rafael Martín, director insular de ordenación del territorio, ha batido el récord nacional de trabajo fingido al lograr permanecer sin hacer nada durante todo el tiempo que se ha mantenido contratado por el Cabildo.
“Se trata de una marca difícil de igualar”, han comentado diferentes expertos en enchufismo que coinciden diagnosticar el fenómeno como el “síndrome Florentino”, es decir, como “la obsesión de un presidente por mantener el control del negocio haciendo para ello fichajes inservibles para el equipo”. Desde esta perspectiva se explica que en diferentes círculos insulares se conozca a Rafael Martín como “el Gareth Bale del Cabildo”, ya que nadie entiende que con lo que ha costado apenas se le haya visto.
Dentro de los síntomas del Síndrome Florentino los expertos han incluido la decisión de San Ginés de contratar a Gesplan para la “agilización” en la tramitación del Plan Insular, que relacionan directamente con el récord de flojera de Rafael Martín. “Entre los 80.000 euros anuales que ha costado el director insular y los 100.000 que se pagará a Gesplan para que haga el trabajo que él no hizo, podemos estar ante un nuevo hito en el terreno del despilfarro, incluso por encima del Islote de Fermina”, dicen los entendidos.