El Gobierno ha decidido implantar finalmente, tras la demanda planteada por diferentes asociaciones de consumidores, un distintivo en los comercios que servirá para identificar a aquellas empresas que esclavizan a sus trabajadores.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció el pasado viernes tras el consejo de Ministros que esta medida es accesoria a la recién aprobada Ley de Transparencia y que con ella se pretende que los consumidores “estén al tanto de la realidad laboral de los comercios donde consumen y puedan decidir por ellos mismos con qué esclavos prefieren ser atendidos”.
Según los estudios previos elaborados por el Ministerio, y tras entrar en vigor la última reforma laboral, serán cerca de un 90% de empresas las que tendrán que lucir el distintivo, que consiste en un triángulo amarillo con el símbolo del euro en negro y con la inscripción “€sclavos trabajando”.
Junto con la medida, Soria adelantó que, a partir de ahora, la costumbre de dar propina, propia en cafeterías y restaurantes, se aplicará también a todos aquellos establecimientos que luzcan el distintivo, con el fin de “ayudar a esos pobres explotados” en la medida en que cada consumidor pueda.
Además, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha prometido una legislación “más eficaz” para evitar abusos desproporcionados y humillaciones extremas. En este sentido, se prohibirá tajantemente el uso de grilletes y el maltrato físico que conlleve lesiones graves que justifiquen una baja, mientras que el maltrato psíquico se mantendrá “porque está demostrado que es positivo de cara a la productividad de las empresas”, dijo Báñez.