El presidente y el vicepresidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés (CC) y Joaquín Caraballo (PSOE), ofrecieron ayer una imagen insólita durante la rueda de prensa en la que dieron más detalles sobre el proceso de privatización de la empresa insular de aguas.
Ambos mandatarios lucían en sus rostros algo parecido a una careta idéntica al logotipo de Inalsa, si bien, como ellos mismos confirmaron en la comparecencia pública, no se trataba de ningún disfraz sino que están siendo víctimas de una misteriosa mutación sobre la que, de momento, los médicos no han podido dar un diagnóstico cerrado.
Las primeras hipótesis apuntadas por los doctores apuntan a una posible malformación facial provocada por la mala conciencia producida por la propia venta de Inalsa al Canal de Isabel II. “En el caso de Pedro San Ginés, no debe ser fácil integrar la venta estando en un partido que se dice nacionalista canario. Por su parte, Joaquín Caraballo debe estar haciendo malabarismos mentales para asumir que su partido defiende una privatización, y encima de una histórica empresa pública, arruinada por la corrupción y la mala gestión política de la que ellos han sido cómplices durante décadas”, comenta uno de los médicos consultados.
De momento, los políticos afectados han decidido afrontar la mutación con deportividad y han asegurado que no se someterán a cirugía hasta saber el alcance y la posible duración de la transformación. “Han quien dice que es una maldición que sufriremos de por vida, pero a mí no me queda tan mal como a Pedro”, declaraba Joaquín Caraballo.
Por su parte, San Ginés ha confesado que no considera su nueva imagen “un estigma” y que ni siquiera “le desagrada del todo” y que bastarán unos pequeños retoques con Photoshop para volver a ser candidato al Cabildo en 2015 y convencer a los votantes de que es la mejor opción.