La próxima reincorporación de Carlos Sáenz a su puesto de interventor de Arrecife tras pasar diez meses en prisión acusado de malversación de caudales públicos, cohecho, blanqueo de capitales, prevaricación y falsedad de documento público, ha supuesto la puesta en marcha de una serie de medidas para garantizar la seguridad dentro del consistorio.
La primera de ellas ha sido la compra a Aena de los derechos de la locución utilizada en los aeropuertos para que los pasajeros extremen las precauciones antes posibles robos de equipaje, con la idea de utilizarla dentro de las dependencias municipales. Según el alcalde, Manuel Fajardo Feo, “lo primero es asegurar la tranquilidad de los ciudadanos que vengan a realizar gestiones al Ayuntamiento. Sin seguridad no hay libertad ni democracia”.
La idea, eso sí, no es nueva, y ya fue planteada hace muchos años, en la época en que Isabel Déniz y Felipe Fernández Camero viajaban a lugares exóticos invitados por la empresa de recogida de basuras. E incluso se propuso hace unos meses, tras conocerse la imputación de José Montelongo, pero no ha sido hasta ahora cuando el grupo de gobierno se ha decidido a impulsar la medida.
Otras soluciones que se han barajado han sido la colocación de un cascabel al interventor, de modo que pudiera saberse si se acerca por detrás, e incluso que fuese siempre acompañado por un policía local.