La exalcaldesa de Arrecife, Isabel Déniz, supo con antelación que sería detenida en su casa por la Guardia Civil en el marco de la operación Unión. Aunque la fiscalía solicitó investigar la posibilidad de que se hubiese tratado de un chivatazo por parte de un mando de la Guardia Civil, finalmente se ha sabido que fue Ludivina Fajardo, la vidente de Tao, quien avisó a Déniz de su fatal desenlace.
El por aquel entonces coronel de la Guardia Civil, Francisco Espinosa, que fue señalado como posible soplón, ha mostrado su satisfacción por “el esclarecimiento de los hechos”, y confía en que nadie vuelva a pensar que “por ser amigo de Mon [el primo de Déniz] y porque me guste ir a ver jugar al Sevilla íbamos a avisarla”.
Isabel Déniz decidió confesar ante la jueza que efectivamente sabía que iba a ser detenida, pero que se debió a una serie de “premoniciones” que finalmente la hizo consultar a “una vidente profesional como es Ludivina”. Según la exalcaldesa, “durante unos días empecé a notar cosas raras. El rolex me producía picores en la muñeca y los bolsos de Loewe comenzaron a desteñirse hacia un color verde oscuro, por lo que me temí lo peor”.
Esos fenómenos paranormales la llevaron hasta la vidente de Tao, que le confirmó sus sospechas al echarle las cartas y salirle hasta en tres ocasiones el naipe marcado con las siglas “BTP”, que en el lenguaje del Tarot significa “La Benemérita Te Persigue”.
“Ahí fue cuando me cagué toda y sin necesidad de tomar Activia”, confesó Déniz. “Me fui a lo alto del vertedero de Zonzamas y tiré el reloj y los bolsos. Me dio mucha pena, pero antes muerta que me requisaran los regalos de Jacinto, con el valor sentimental que tenían para mí”.
Por su parte, el coronel Espinosa fue ascendido a general y como premio a su buena labor fue destinado a dar clases de apoyo a la policía de Níger para luchar contra el crimen organizado. “Estoy muy contento aquí, rodeado de negros mate. A mí es que me encanta viajar”, manifestó el general.