Una estrategia perfectamente calculada. Eso ha resultado ser la cesión “gratuita” a la Benemérita que el empresario reincidente Juan Francisco Rosa hizo de las oficinas de la Guardia Civil en la localidad sureña de Playa Blanca desde 2006… hasta ahora.
Así, tras comunicar al mando de la Guardia Civil que debían buscarse “otro nido en el sur”, Rosa le dijo por lo bajini que “si me prometen que no me detienen más, se lo pueden quedar para siempre”.
La maniobra del empresario podría estar relacionada con su imputación número 2438, en esta ocasión por las obras de construcción de la bodega Stratvs en la zona de La Geria. Sobre esta nueva imputación, Rosa se ha limitado a declarar: “necesito ayuda, padezco una especie de dislexia urbanística que me impide construir algo legalmente”.