¡Que nos están robando, coño!

Vivimos en una isla tan podrida en sus estructuras políticas y sociales que nuestros representantes se escandalizan por la “mala imagen” de la ristra de hoteles ilegales mientras se callan como putas al ver al líder del PIL haciéndose de oro a costa de un dinero que es de todos (el expolio ahora toca en Inalsa, en la consejería de Obras Públicas del Cabildo, en el Ayuntamiento de Teguise, en el Ayuntamiento de Yaiza, etc., etc.).

Durante años hemos estado gobernados por sinvergüenzas que no han tenido los más mínimos escrúpulos en llevar a la ruina las empresas públicas con tal de conseguir un puñado de votos, y se han bajado miserablemente los pantalones en repetidas ocasiones ante algunos funcionarios que, en un ambiente de corrupción generalizada, optaron por sumarse al carro y aprovechar las “debilidades” electorales de sus jefes políticos (si se puede llamar así al ejemplo de que los trabajadores de Inalsa tengan 18 pagas anuales).

Y a base de chapotear en la mierda hemos llegado a la situación actual. Con Inalsa al borde de la quiebra (incluso de la intervención judicial) por culpa de una panda de degenerados, con Dimas descojonándose desde el trullo mientras sigue mandando al más puro estilo Capone, con unos sociolistos que miran para otro lado “por el bien de la gobernabilidad”, y con una oposición guiada por los peores intereses empresariales de la isla.

No sabemos por qué, pero ahora que se avecina una crisis de las de verdad, parece que jode más que los políticos nos roben tan descaradamente.

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