La Guardia Civil logra desarticular una banda de ingenieros de La Asomada que creaba múltiples Sarays Rodríguez para uso político en Tías
LA APARICIÓN PÚBLICA DE LA TERCERA SARAY RODRÍGUEZ EN EL MUNICIPIO HIZO SALTAR LA ALARMA CLÓNICA DE LA BENEMÉRITA
La unidad de delitos biológicos de la Guardia Civil ha logrado desarticular a una peligrosa banda de ingenieros genéticos de La Asomada que se dedicaba a crear en su laboratorio múltiples Sarays Rodríguez para usar políticamente en el municipio de Tías. Su primer modelo de Saray, el T-800 Cyberdyne 101, fue vendido al Partido Popular en 2007, aunque el partido estuvo a punto de devolverla porque su tono de voz chillón y sus arranques de ira les causaban muchos problemas, sobre todo cuando interactuaba con el Suso Machine T-100, un viejo modelo de larga duración adquirido por Coalición Canaria para operar en Tinajo.
Una vez solucionados los problemas de voz y de carácter, la banda de La Asomada logró fabricar y vender otro modelo de Saray Rodríguez, el T-850 al Partido Socialista, pero al dimitir en abril de 2016 la Guardia Civil no pudo seguir la pista de sus creadores. Ha sido ahora, al adquirir Ciudadanos un último modelo de Saray, el T-1000 de metal líquido, capaz de transformase en una política del PP o de Vox, cuando saltó la alarma clónica de la Benemérita.
Los ingenieros detenidos han declarado ante los agentes que su negocio era “completamente legal” y que “ante la dificultad de encontrar militantes, la compra de políticos cibernéticos es una práctica común desde hace décadas por todos los partidos”. De hecho, uno de los ingenieros confesó que Dimas Martín fue “un modelo insuperable” creado en un laboratorio clandestino de Guatiza a comienzos de los años 80, que por su peligrosidad fue desmantelado y clasificado como alto secreto por los servicios de inteligencia españoles.
La Guardia Civil ha recordado que no es la primera vez que cierran laboratorios de este tipo, ya que no hace muchos años lograron desmantelar una nave de Arrecife que se dedicaba a fabricar diferentes modelos de Manolos Fajardo. Por suerte, en aquella ocasión, al segundo modelo, comprado por el PSOE, saltó la alarma y se evitaron males mayores para la isla.
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