Los hoteles de la vergüenza

Allá por el 22 de julio, El País publicaba este titular a página completa. Por si fuera poco con la vergüenza de que seamos conocidos en toda Europa por tener el porcentaje más alto de hoteles de lujo ilegales (la cuarta parte), además ahora podemos saber que muchos de esos establecimientos fueron construidos con el dinero de esos mismos europeos, que deben flipar igual que nosotros con la noticia.

Pero hay un colectivo al que lo que le parece una vergüenza no es la situación en sí, sino sólo el hecho de que salga publicado a nivel nacional que la Comisión Europea se haya puesto en contacto con el Ministerio de Economía español para que le informe de los proyectos a los que fueron destinados los 30 millones de euros “para zonas deprimidas” y, en caso de tratarse de hoteles ilegales, solicitar la devolución del dinero.

Este colectivo lo forman un grupo de políticos y empresarios de Lanzarote, a los que lo único que parece importarles es que la mierda no se huela, mostrando, eso sí, mucha soltura para convivir con el tufo que desprende todo este asunto.

La trama de los hoteles ilegales puede cerrarse en breve con un golpe maestro del Gobierno de Canarias. No sólo construyeron los hoteles saltándose las leyes urbanísticas municipales, insulares y regionales, algunos incluso con informes en contra de los servicios jurídicos y técnicos del ayuntamiento. No sólo se ha demostrado que es así a través de 22 sentencias judiciales. No sólo llevan años funcionando ilegalmente, sin siquiera tener la licencia de apertura. No sólo se construyeron con dinero público. Además, ahora nuestro insigne presidente Pamplino Trilero quiere aprobar una ley para legalizarlos todos, y aquí no habrá pasado nada.

Pocas veces es tan fácil comprobar los verdaderos intereses que defiende nuestro canarísimo Gobierno de Canarias.

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