Pesar y dolor en el sepelio del grupo Somos del ayuntamiento de Arrecife

“NO SOMOS NADIE”, REPETÍAN UNA Y OTRA VEZ

Las escenas de llanto y dolor se han sucedido en el sepelio del grupo político Somos del ayuntamiento de Arrecife. La expulsión del concejal de Vecinos Unidos, Andrés Medina, derivó en un informe de la secretaria del consistorio capitalino que condenaba a muerte al grupo Somos al no contar con el mínimo exigible -tres concejales- para su conformación. La consecuencia inmediata para Somos es su desaparición como grupo propio y su integración en el grupo de Jamón y Queso, por lo que tendrían que compartir sueldos, oficina y asignación económica con PIL, Ganemos y Ciudadanos.

“Es muy duro, muy duro”, repetía Borja Rubio con la mirada perdida. “No sé si vamos a ser capaces de superarlo. De tener un despacho para Coralia y para mí solos a meternos en un cuartucho con otras seis personas, cada una de su padre y de su madre, que a saber si se duchan cada día o les huele el aliento, no sé, no sé… es que no quiero ni imaginármelo… y mi sueldo… ¡ay mi sueldo por favor!”, dijo Rubio antes de romper a llorar. Por su parte, Tomás López consoló a su compañero de partido prometiéndole que le incluiría en el listado de ONG’s a las que dona parte de su sueldo.

Hasta la fecha, el grupo de Jamón y Queso estaba conformado por dos concejales del PIL, dos de Ganemos y dos de Ciudadanos, por lo que, según algunos analistas, la llegada de dos nuevos miembros de Somos podría convertir el grupo en algo parecido al edificio de “Aquí no hay quien viva”. “Ocho personas son muchas personas. Tendremos que organizar turnos para ir al baño y para utilizar los bolígrafos y la fotocopiadora. Va ser un auténtico follón, lo único que sé es yo llegué primera”, asegura Delia Hernández, concejala de Ciudadanos.

Una vez más calmados, se oyeron voces reflexivas en el sepelio de Somos. “Hay que estar unidos, eso es verdad, pero hay que tener cuidado con quien nos unimos. Porque a veces estar unidos implica estar jodidamente unidos, y el refranero aborigen es muy sabio cuando dice que es mejor estar solo que mal acompañado”, comentó un miembro del partido antes de suspirar, por última vez, eso de “No Somos nadie”.

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