Buenos (des)propósitos 22. El fantasma de la cueva

Miércoles 7 de junio. 18:50 horas. Cueva de los Verdes. Haría, Lanzarote.

“Que llueva que llueva la vieja está en la cueva los pajaritos cantan las nubes se levantan que sí que no, que caiga un chaparrón”. El último grupo del día sale de la Cueva de los Verdes y unos niños cantan la popular canción sin saber que en unos minutos se celebraría en su interior una reunión secreta y decisiva para el futuro de Lanzarote. Tres hombres con capucha esperan fuera. Uno de ellos dice: “Un buen chaparrón va a caer, pero no de agua precisamente”. Al poco, acceden a la cueva mirando a los lados para comprobar que nadie les ve entrar.

- Marci, Nachete, imagino que saben por qué les he convocado, ¿verdad?
- Sí, Pedro pero ¿tenía que ser aquí?
- Sí, tenía que ser precisamente aquí.
- Aunque ya sepa uno que es un charquito sigue impresionando este lugar, la sensación de vacío.
- Sí, Nachete, da miedito pensar que uno se puede caer por un precipicio, ¿no?
- Ehem, sí, sí, claro.
- Bueno, vamos al grano. Como la sentencia de la cueva sea desfavorable al Cabildo soy un fiambre político. Lo saben, ¿verdad?
- ¡No digas eso Pedro! ¡Ningún tribunal en su sano juicio daría la razón al ayuntamiento!
- ¡Ningún tribunal le hubiese dado ya la razón al ayuntamiento si no hubieras presentado el escrito fuera de plazo, pedazo de inútil!
- Jo, Piter, ya te dije que me lié con las fechas, ¿cuántas veces te voy a tener que pedir perdón?
-  Dejemos eso por ahora. La cuestión es que nos hemos metido en el fango y como tengamos que pagar una millonada a Haría por mis pleitos con Pepe Torres no salgo vivo de la isla. Hay que hacer algo.
- ¿Y si le decimos a Echedey que se disfrace de ti para que lo linchen a él?
- Podría ser, pero yo soy mucho más alto y apuesto que él, no iba a colar.
- No quería decir esto delante de él, Pedro, pero... ¿y si cambias de abogado?
- ¿Pero qué dices? ¡Yo soy un tío legal y cuido a mis amigos! ¡Ojito con lo que dices, Marci!
- Pues entonces no sé, podemos decir que en el fondo al Cabildo le sobraban doce millones y que no sabía que hacer con ellos, así que es una suerte haber encontrado donde invertirlos.
- No sé, ya hemos usado ese argumento para demasiadas cosas, temo que la gente acabe sospechando.
- Pues no se me ocurre nad...
MUAAHHAAHAHAAHAHAHAHHAHAHAHAHAAHAAHAH
- ¡Hostia! ¿Qué ha sido eso?
- ¡Qué voz más horrible! ¿Quién esta ahí?
- ¡ES PEPE! ¡ES PEPE!
- ¡Calla, idiota! ¿Cómo va a ser Pepe Torres? Nadie sabe que estamos aquí.
LA VENGANZA SE SIRVE FRIIIIIA. LA VENGANZA SE SIRVE FRIIIIA.
- Joder, pues la voz se le parece un montón.
- ¡Salgamos de aquí! ¡Este lugar está maldito!
- Una maldición es lo que nos ha tocado a nosotros contigo, amiguito sobrevenido.
- La próxima vez que diga que quiero incautar algo o que no me importa que nos denuncien, no se olviden de darme un puñetazo bien fuerte.
- Cuenta con ello, presidente.

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