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LA DEL HOTEL MELIÁ VOLCÁN HA SIDO LA PRIMERA

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Miles de personas han salido a la calle este fin de semana para derribar las estatuas de José Manuel Soria que había repartidas por la isla. La del hotel Meliá Volcán ha sido la primera pero detrás han venido las que había en Asolan, en la sede del PP de Arrecife, en la delegación del gobierno, en el ayutamiento de Tías y una pequeña que tenía en su mesita de noche la presidenta del PP de Lanzarote, Ástrid Pérez. Además, en Madrid han sido retiradas las que lucían en la sede de Repsol y en las de las compañías eléctricas.


“No es fácil ver esto”, aseguraba a la prensa Ástrid Pérez. “Este hombre lo ha sido todo y siempre lo será para nosotros, que confiamos en su inocencia. Porque si es delito tener dinero en un paraíso fiscal, ¿entonces para qué se crearon, si no, esos lugares llenos de magia y misterio?”, dijo la presidenta popular. Muy afectado estaba también el alcalde de Tías, Pancho Hernández, que comentó que “la felicidad dura muy poco en casa de los colchoneros”.


En similares términos se expresó Saray Rodríguez, consejera del Cabildo, al afirmar que “si en este país empezamos a perseguir a hombres como Bertín Osborne o José Manuel Soria, es que el apocalipsis está cerca. Llevaban razón los que decían que estábamos en peligro por la amenaza bolivariana, porque esto es increíble. ¿Qué será lo próximo? ¿Acusar de evadir impuestos a María Teresa Campos? Esto es de locos”.


En un tono más duro se refirió el exconsejero popular Emilio Bermúdez: “El problema es la envidia de la gente hacia los ricos, hacia los hombres de éxito. Cualquiera tendría su dinero en un paraíso fiscal si pudiera, pero claro, ningún muerto de hambre se lo puede permitir y esa es la cuestión. Lo mismo que pasa en esta isla con Juan Francisco Rosa y otros hombres de leyenda, que la gente se muere de envidia hacia ellos”.

 

 

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Comentarios  

 
#1 Guanche X 18-04-2016 09:29
Pues si,lo de la envidia es la coletilla que usan los golfos y los "estómagos agradecidos" de estos para convencerse ellos mismos,por una parte, y a muchos incrédulos ,por otra, de que no están haciendo nada malo.No es envidia lo que la gente siente sino rabia de ver a tanto chorizo delinquir impunemente y simplemente están molestos porque la gente ya no es tan borrega y exige que se les aplique la ley también a estos que se creian impunes y omnipotentes del resto de la sociedad.
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