San Ginés desautoriza al consejero de Cultura e impone su criterio sobre el nombre del Teatro Insular

“EL NOMBRE LO CONSENSUÉ CON ESTO QUE TENGO AQUÍ ABAJO”, DICE EL PRESIDENTE

El Teatro Insular se llamará finalmente “Teatro San Ginés El Magnífico”. El presidente del Cabildo, tras enterarse a su regreso de Perú del proceso participativo puesto en marcha por el consejero de Cultura, Óscar Pérez, para dar nombre al teatro insular, montó en cólera y canceló el proceso que iba a culminar con una votación popular para decidir el nombre definitivo de entre seis propuestas. “Votaciones populares y mariconadas por el estilo se las dejamos a los populistas de Podemos”, pudo escucharse a San Ginés en el despacho de Óscar Pérez.

El presidente ha criticado duramente a sus compañeros de partido por lo que considera “un olvido imperdonable”. Según San Ginés, “me duele bastante que nadie, ni siquiera de mi propio partido, propusiera mi nombre para el teatro. Un hombre como yo, que tanto he aportado a la cultura en esta isla, y no lo digo solo por la cultura del pelotazo y del compadreo, debería haber sido la primera opción para una hipotética votación”.

Sobre el resto de personajes propuestos, el presidente los descalificó aduciendo que “Saramago era un portugués que criticaba los hoteles de Playa Blanca, con eso está todo dicho. Arozarena es el autor de Mararía, por lo que esa opción es claramente un submarino del PSOE, Clavijo y Fajardo era un españolista que no tuvo reparos en trabajar en la corte y las lapas me gustan comerlas, no leerlas, así que Ángel Guerra tampoco me sirve. Por no hablar de Víctor Fernández “El Salinero”, que tuvo la desfachatez de escribir una copla en la que desveló la estrategia de Juan Francisco Rosa y el grupo Lancelot. Es evidente que soy yo quien más merece el nombre del teatro”.

La copla de El Salinero a la que hace mención San Ginés es esta:

“Si yo tengo de Alcalde

a mi medianero,

resulta en la Alcaldía

lo que yo quiero.

Si el Secretario he sido

yo quien lo ha puesto,

se escribe lo que sea

por mi dispuesto.

Y si los de la Junta

viven conmigo,

se hacen los repartos

como yo digo.

No habrá quien diga nada,

callan el pico,

respetando las barbas

del hombre rico.

Porque si no cumplen

bien mis deseos,

saldrán a poco tiempo

de sus empleos”.

• < Previo
• Siguiente >