Fumata marrón en el Cabildo tras la entrada del PSOE en el grupo de gobierno

BERGAZ Y CRUZ LUCIERON CAMISETAS DE APOYO A SU SILLÓN

Una intensa humareda marrón se produjo en el Cabildo el pasado viernes tras confirmarse que el PSOE entrará finalmente en el grupo de gobierno de la institución junto con Coalición Canaria y PIL. La fumata, que ha venido acompañada de un fuerte olor a podrido, ha podido verse desde todos los puntos de la isla e incluso desde Tenerife, y en un primer momento se pensó que podría proceder del vertedero de Zonzamas.

El que será nuevo vicepresidente del Cabildo, José Juan Cruz, manifestó que “desde el partido socialista siempre hemos tenido claro que lo primero es la dignidad de las personas y los principios. Pero también hemos tenido siempre claro que lo segundo es trincar un sillón como sea para poder pagar las facturas de las campañas y colocar a los nuestros, y a veces pasa que lo segundo está antes que lo primero, que pasa a ser lo segundo. Ya sé que suena a frase de Rajoy, pero no se me ocurre mejor manera de explicar que el partido socialista obrero español es un partido de gobierno, y eso significa que estamos obligados a pactar con cualquiera, por muy golfo que sea”.

Por su parte, el consejero socialista Marcos Bergaz declaró que estaba viviendo “el día más feliz” de su vida y que esta decisión se insertaba en una larga tradición socialista de apoyar al partido más corrupto, como en su día hicieron con el PIL de Dimas. Enfundado en su camiseta reivindicativa, con una sonrisa que le llegaba más allá de las sienes y en un evidente estado de excitación, Bergaz aseguró que “ahora la isla sí que va a despegar” y confesó que “la cabeza de Polo, al final, era un precio que podíamos pagar. Yo lo dije desde el principio y nos podíamos haber ahorrado estos nueve meses sin despacho oficial”.

El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, mostró su satisfacción por el acuerdo y confesó que “me gusta esta imagen del partido socialista hincando la rodilla en el suelo ante mi poder y metiéndose hasta lo más profundo de su garganta mi decisión de defenestrar al director de la oficina del PIOT. No es que me guste particularmente humillar a mis socios de gobierno, pero reconozco que en esta ocasión me queda un sabor muy dulce en la boca. Está claro que si tragaron con esta es que pueden tragar con todas, y estos son los socios que a mí me interesan”.

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