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“ES BONITA PERO ME PRINGÓ LAS SABANAS”, DICE LA ALCALDESA

gladyscaballo


La alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, recibió de una forma extraña el proyecto de derribo del hotel Son Bou. “Normalmente estas cosas las entregan en el ayuntamiento para ponerle el sello de entrada, claro”, dijo Acuña, “pero en esta ocasión me lo encontré sobre la cama al despertarme junto con la cabeza de un caballo, una rosa y una nota que decía 'mi hotel NO SE TOCA'”. La alcaldesa no cree que detrás de este hecho pueda esconderse ningún tipo de amenaza, y achaca el incidente “a algún admirador que no sabe cómo expresar sus sentimientos”.


Cabe recordar que, a pesar de que este proyecto de derribo apenas demuele nada, la propiedad del hotel construyó 9.651 metros cuando solo estaban permitidos 3.333 metros, es decir, que triplicó el volumen permitido de edificabilidad. Además, en próximas fechas la Junta de Gobierno de Yaiza revisará la situación del hotel Princesa Yaiza, que tiene construidos 5.000 metros más que lo que permite el Plan General. “Yo insisto en que no creo que el regalo del caballo tenga nada que ver con esto”, asegura la alcaldesa, “aunque eso sí, si me van a seguir regalando cosas por sorpresa mejor si es algo que no me deje las sábanas hechas un pringue”.


Mientras, en Lancelot TV, han valorado el incidente como “el único recurso que le queda a un empresario superior, digno, humilde y perseguido por su éxito”. Según Jorge Coll, “si yo fuera Él, haría lo mismo o peor, porque lo que le están haciendo a este hombre, a este santo, ya no lo supera ni el Vía Crucis de Jesús. Pudiendo haber construido una pocilga ilegal, Él se arriesgó y, como hombre de buen gusto y de elevada moral, prefirió construir un hotel ilegal de cuatro estrellas. ¿Es que nadie ve la diferencia? Pudo elegir el camino fácil, pero no lo hizo”.


Más allá llegó Carlos Inza al asegurar que “el pueblo tiene que salir a la calle para denunciar este atropello. La sola idea de derribarle algo a un semidios es, en sí, aberrante. Si el Rey es inviolable, ¿cómo no iba a serlo un ser adimensional? Acuña se la está jugando y el eje del mal se la está jugando”. Y en la misma línea se expresó Sergio Calleja al comentar que “una vez, Él, campechano como es, me dijo de comer juntos en mi casa, pero yo le dije: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una limosna tuya bastará para alegrarme”.

 

 

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