Un debate televisado entre Bruno Perera y Benjamín Perdomo provoca una oleada de suicidios en la isla

CIENTOS DE PERROS AULLARON EN SAN BARTOLOMÉ

 El cara a cara televisado del pasado martes entre el activista Bruno Perera y el consejero de Ciudadanos en el Cabildo, Benjamín Perdomo, terminó en tragedia después de que 78 personas decidieran acabar con su vida durante la retransmisión del debate. Algunos casos han sido especialmente escabrosos, como el del vecino de Playa Honda que decidió arrancarse los ojos y las orejas “antes que seguir viendo y oyendo semejante aberración”, según declaró en el hospital. También en San Bartolomé pudieron escucharse a cientos de perros aullando “como cuando va a venir una desgracia”.

El debate tuvo varios momentos de máxima tensión, como cuando Perera aseguró que “la Tierra es una nave astral perfecta y bondadosa que nos da todo cuanto necesitamos”, a lo que Perdomo replicó que “aún estando de acuerdo con esa afirmación, eso no quita para que sigan haciendo falta más bomberos en la isla”. Perera zanjó el tema afirmando tajante que “el único fuego que no se puede apagar es el de mi pasión por Pedro San Ginés, ser superior que está amparado por la presunción absoluta de inocencia”.

 Otro momento álgido del cara a cara tuvo lugar cuando Perera aseguró que “los ecolojetas son el mal en estado puro”, y que “estar en contra del museo submarino, del delfinario del Rancho Texas o de las prospecciones petrolíferas solo puede ser síntoma de una insuficiencia en el tamaño de las gónadas”. Bruno incluso citó el Antiguo Testamento: “1:26. Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en toda serpiente que anda arrastrando sobre la tierra. Es evidente que Dios, cuando creó el mundo, ya estaba pensando en una bodega como Stratvs”.

 Ante estos argumentos, Perdomo le contestó que “quizá ese planteamiento sea un poco radical, pero en el fondo estamos de acuerdo. Yo soy un hombre, incluso a veces un homo erectus, y como cualquier homo erectus también necesito relajarme de vez en cuando porque tanto subidón impide que la sangre me llegue bien al cerebro. Pero también creo que hacen falta más bodegas en La Geria, no sé si porque Dios lo quiere o porque los empresarios con pasta es lo que están pidiendo, y ellos sí que son seres todopoderosos a los que no conviene enfrentarse. Lo que no se puede hacer es echarle la culpa al cha cha cha del tren, porque ya sabemos que cuando viene el tren y tú vas caminando por la vía, vendrá alguien y te dirá: ¡Salta, Bruno, salta!”.

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