
San Ginés recurre a la física cuántica para explicar que un procedimiento judicial puede estar abierto y cerrado al mismo tiempo
“ES COMO CUANDO SUBES P´ABAJO, LO MISMO”, ASEGURA EL PRESIDENTE
Pedro San Ginés se ha visto obligado a echar mano de sus amplios conocimientos de física cuántica para explicar por qué no informó ni a los ciudadanos ni a los miembros del Consorcio del Agua de la sentencia que ordena revisar la adjudicación a Canal de Isabel II del ciclo integral del agua. Según su teoría, no hizo falta hacer pública la sentencia hace seis meses porque el procedimiento está cerrado, ya que Club Lanzarote aceptó retirar todos los pleitos, pero aún así San Ginés ha decidido recurrir la sentencia, lo que mantendría abierta la causa con el riesgo de crear un agujero negro jurídico de dimensiones desconocidas.
Según el presidente del Cabildo, “este procedimiento ya está cerrado por desistimiento del demandante pero al mismo tiempo sigue abierto porque hemos decidido recurrir la sentencia del TSJC. Para entenderlo es fundamental conocer el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, según el cual es imposible conocer conjuntamente y simultáneamente la posición y velocidad de un procedimiento judicial, y por tanto es imposible determinar su trayectoria. En nuestro caso, significa que es perfectamente posible que este pleito esté abierto y cerrado a la vez. Es como cuando subes p’abajo, lo mismo”.
Para San Ginés, “este mismo Principio puede aplicarse al hecho de que los pliegos de contratación no sufrieron absolutamente ninguna alteración, aunque desde el punto de vista de la materia oscura, sí es posible que alguien pasara por allí y, aprovechando las fuerzas gravitacionales y un bolígrafo, retocara las condiciones del pago de la deuda, pero en cualquier caso sería imperceptible para el ojo humano, salvo que ese humano sea un medio de comunicación “hábido” de sangre de Cantinero.
Además, San Ginés tachó la sentencia de “intrascendente” desde el punto de vista práctico y filosófico, “ya que lo peor que puede pasar es que haya que retrotraer el expediente de licitación, que Canal Gestión pierda la adjudicación, que el Cabildo se vea obligado a pagar indemnizaciones millonarias por haber amañado el negociado con publicidad, y que haya que cerrar el Cabildo por quiebra, pero todo el mundo sabe que las probabilidades de que esto ocurra son remotas”.
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