Tres ancianas con pedigrí se reúnen en Playa Blanca para valorar la grave situación actual

ENVEJECIDAS Y AGRIADAS, URDEN UN PLAN DESESPERADO

26 marzo 2017. 17:16 h. Residencia de ancianas “Atardecer decrépito”. Playa Blanca. Lanzarote

- Amigas, las he convocado de urgencia ante los últimos y desagradables acontecimientos que se han producido estas semanas. Como saben, la sentencia del caso Yate nos ha puesto en una situación complicada. Y dentro de poco vendrá lo peor: el juicio de Stratvs. Pero desde luego, la confesión de José Francisco Reyes nos ha colocado en un atolladero.

- Te dije que el cabrero no iba a aguantar, nunca me fié de él. Desde el preciso instante en que le di el maletín supe que ese hombre nos iba a dar problemas tarde o temprano. ¡Amigas, yo no quiero ir a la cárcel!

- Bueno, mantengamos la calma. Gracias a él llevamos quince años ganando dinero con nuestros hoteles en Playa Blanca. Y con este puerto deportivo.

- Creo que deberíamos tener un discurso único. Algo habrá que decir cuando nos pregunten, y esta vez nos han pillado pero bien. Tienes que ayudarnos, Jorge.

- ¿Ayudar? ¿Y qué más quieren que haga? Defendí a Reyes cuando todos sabían lo que estaba haciendo. Me inventé la trola de que a los hoteles ilegales solo les faltaba un papelito y sigo defendiendo que la bodega Stratvs está cerrada por no tener fosa séptica. ¡Joder! ¿Qué más quieren que me invente? ¡Esto se nos está yendo de las manos! ¿Es que no lo ven?

- Tranquila muchacha, no te alteres. Solo digo que tenemos que lanzar una cortina de humo o hacer algo. Hemos quedado como unos auténticos canchanchanes.

- ¿Y lo dices tú, Rafa? ¿Después de que tu hijo hiciera el ridículo llamando a la radio de la competencia para lloriquear como una nenaza? Claro que hemos quedado como unos canchanchanes. Cuando les repartieron los fajos de billetes de 500 a Reyes estaba claro que no eran monjitas de la caridad. Tenemos que aceptar lo que somos y seguir actuando como tales.

- Lo de la mafia verde ya no cuela. Hay que inventar otra cosa para desacreditar a quienes nos atacan. Y Bruno nos está haciendo más mal que bien con sus disparates, ni siquiera entiendo como tienes los huevos de publicarle sus idioteces.

- ¿Y qué quieres? ¿Acaso crees que alguien en su sano juicio se atrevería a atacar de frente como él lo hace? Ya sé que está como una cabra, pero es como hay que estar para poder decir las tonterías que él dice sin usar un seudónimo. Y tampoco funcionó cuando nos trajimos a Chavanel para el caso Unión, no lo olviden.

- Entonces, ¿qué propones?

- Necesitamos a un verdadero profesional, alguien con credibilidad y prestigio para que hable bien de nosotros, para que le explique al mundo nuestra verdadera historia, ya saben, que nos vimos obligados a gastar un dineral en sobornos para saltarnos la burocracia y poder crear puestos de trabajo y salvar la isla y todo eso que hicimos realmente.

- ¡Eso es! Hemos estado dando palos de ciego. Necesitamos un crack, un galáctico de la comunicación que nos ayude a restaurar nuestra imagen.

- ¿Alguna idea? ¿Alguien tiene un nombre?

- Yo lo tengo. Sé quién es ese hombre que necesitamos. Miguel Noguera.

- ¿Quién coño es Miguel Noguera?

- A ver, les pido que abran sus mentes. Hasta ahora ninguna estrategia ha funcionado, y como decía Einstein, es de estúpidos insistir en lo mismo cuando ya lo has probado mil veces y no te ha dado resultado. Miguel Noguera es un humorista, el creador de los Ultrashow. El rey del humor absurdo. Les sonará raro, pero es el hombre que necesitamos para encarar esta situación.

- ¿Un humorista? ¿Estás de coña?

- A ver. La gente ya nos percibe como humoristas. ¿Qué te crees que están produciendo los últimos artículos de Antonio Coll sino risa? Por no hablar de Bruno. Sé que esto es difícil de asumir, pero señores, es así: la gente se ríe de nosotros. Hemos perdido toda credibilidad. Nuestra última oportunidad es seguir haciendo humor, pero de calidad.

- ¿Y entonces? ¿Cómo va a ayudarnos ese tal Noguera?

- Tenemos que aceptar que nos han pillado. Miguel Noguera es capaz de distorsionar la realidad de modo que a la gente le resulta divertido. Eso es exactamente lo que necesitamos. Que una realidad que a priori cabrea a la gente, como por ejemplo que hayamos estafado millones al ayuntamiento de Yaiza, les termine pareciendo gracioso, o al menos una posibilidad plausible. Nosotros llevamos años intentándolo pero con buena voluntad no basta. Podríamos gastarnos una fortuna en contratar a los economistas más ultraliberales o al mismísimo Vargas Llosa para que nos den la razón, pero yo lo tengo claro: solo saldremos de esta a través de profundizar en el humor absurdo.

- Virgen santa. Si esto no funciona no sé qué va a ser de nosotras. Está bien. Llama a ese muchacho y que sea lo que dios quiera.

[continuará]

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