Greenpeace pide perdón por el “error” de deCaires y anuncia una campaña contra Marina Rubicón
PEDIRÁ SU DEMOLICIÓN Y LA RESTAURACIÓN DE LA PLAYA DEL BERRUGO
Greenpeace España, a través de su presidente Daniel Fernández, ha pedido disculpas públicamente por el “error” cometido al permitir que Jason deCaires realizara la obra que le había encargado la organización ecologista en el puerto deportivo Marina Rubicón. Según el máximo responsable de la organización en nuestro país, “el artista nunca nos dijo que estaba haciendo la obra que le encargamos en un puerto deportivo ilegal y subvencionado con dinero público. Este chico tiene cosas de perro capado”.
Fernández confirmó que Greenpeace ha decidido romper relaciones con Jason deCaires, a quien acusan de “ignorancia incomprensible de un defensor del medio ambiente que acepta trabajar en el escenario de una de nuestras denuncias”. Cabe recordar que Greenpeace incluyó a Marina Rubicón en su documento “Destrucción a toda costa” en 2002 como uno de los puntos negros del litoral español, por lo que la decisión de deCaires de ejecutar su obra en el puerto deportivo ha colocado a la organización ecologista en una situación muy comprometida.
Para compensar el error y tras la confesión del exalcalde de Yaiza reconociendo que recibió un soborno para conceder la licencia del puerto, Greenpeace ha anunciado que pondrá en marcha una campaña internacional para pedir la demolición de Marina Rubicón y el restablecimiento de la playa del Berrugo. “Una organización como Greenpeace debe asumir sus responsabilidades en un caso tan flagrante e impactante como este”, aseguró Daniel Fernández, para quien “la lucha de Berrugo debe resucitar para pedir Justicia y que desaparezca un puerto deportivo que nunca debió existir”.
En este sentido, Greenpeace ha anunciado que la de Marina Rubicón será una campaña “a gran escala” y que movilizará a sus cuatro barcos (Esperanza, Rainbow Warrior, Arctic Sunrise y DMV Argus), que llegarán a Lanzarote el próximo mes de mayo. “No es fácil encontrar un caso como el de este puerto deportivo”, dijo Fernández, “con una confesión de quien concedió la licencia y con un amplio rechazo social a pesar del tiempo transcurrido desde su construcción. Greenpeace no va a desaprovechar esta oportunidad para denunciar una de los peores atentados medioambientales cometidos en este siglo en las costas de Europa”.
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