Buenos (des)propósitos 33. Adicción al riesgo

Pertenecer a la familia de abogados más cercana al trapicheo urbanístico local nunca supuso un problema para el joven letrado Nacho Stone. Al contrario, había aprendido lo necesario de su suegro Philip y supo jugar a la perfección sus cartas intimando su amistad con Peter, el presidente. Pero esa relación, cargada de complicidad y sensualidad, acabó convirtiéndose en su peor pesadilla.

Una noche de borrachera en El Charco, Nacho decidió gastarle una broma a Peter. “¿A que no hay cojones de incautar una desaladora?”, espetó el abogado tras el noveno tequila. “¿Que no hay qué? ¿Que no hay qué? Te juro por las crines de Guapo JFR que mañana romperemos la puerta de esos cabrones de Montaña Roja”, contestó Peter mientras daba un puñetazo en la pared. Cuando Stone quiso decirle que todo había sido una broma, ya era demasiado tarde.

Todos sabemos cómo acabó el asalto. Como unicamente podía terminar: mal. Ya imputados, se vieron obligados a declarar ante el juez. La imagen más dantesca estaba por llegar. Nuevamente, Peter y Nacho llegaron a los juzgados tras una noche de juerga. Cabalgando sobre un caballo negro azabache, Peter, a las riendas, delante vestido de cowboy. Nacho, detrás, luciendo un vestido blanco nacarado demasiado corto para ir a caballo.

El momento clave: el interrogatorio. El juez, el fiscal y los abogados de ambas partes asistían atónitos a aquel espectáculo. Nacho, piernas cruzadas, repanchingado en la silla, balanceando sin parar la pierna de encima, generando miradas de lujuria mientras era interrogado. Y llegó el momento decisivo. La pregunta que haría que Stone cruzara lentamente las piernas y enseñara a todos su secreto mejor guardado. “¿Es usted amigo del presidente Peter?”, preguntó el fiscal. Stone aspiró el humo de su cigarrillo. Sus piernas se descruzaron lentamente y permanecieron separadas apenas un segundo. El tiempo suficiente para que todos descubrieran que Nacho Stone, en una actitud de evidente provocación a la sala, se había tatuado el logotipo de Canal Gestión Lanzarote.

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