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Creado en 04 Mayo 2010 0 Comentarios

Su misión es la sumisión

elsumiso

No sabemos cómo será el sumario de la operación Jable, pero el del caso Unión habría que encuadernarlo y repartirlo en los colegios como libro de texto para la asignatura Educación para la Ciudadanía. Sería extremadamente útil para saber lo que es la política hoy en día y entender el origen de mucho de lo que pasa en la isla y en el mundo.

Pero empecemos por Fabiancito el sumiso. El heredero del imperio pilero ha tenido la oportunidad de estrenarse a lo grande como presidente de su partido, con una de esas trolas que, gracias al caso Unión, ya sólo pueden creerse los que no leen los periódicos y los que no hablen con nadie que los lea (que alguno habrá). Porque en la prensa pudimos leer que pocas cosas hacía Fabiancito como vicepresidente del Cabildo sin el consentimiento de padre dios. Da igual si era echar a una trabajadora del Cabildo que leerle un discurso para contar con su beneplácito. Fabiancito no movía una piedra sin el visto bueno de su pater encarcelado.

Por supuesto, en una entrevista concedida hace unos días, negó que así fuera, tratando de hacernos creer que, a pesar de que el sol brille, es de noche cerrada. No lo tiene fácil Fabiancito. Su misión es la sumisión a lo que su padre diga, además de hacer como que gestiona el patrimonio de 10.000 votos que tiene el PIL. El otro patrimonio, el económico, lo gestionan, al parecer, los siete testaferros de Dimas que salieron a la luz pública. Y aunque uno de ellos era presuntamente su propia hermana menor, Fabiancito dijo, con su cara de niño bueno, que no tenía conocimiento de la fortuna de su padre.

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