A ver: la noticia de ayer de La Provincia, escrita así, pone un poco los pelos de punta, es verdad. Pero justo después del susto inicial, ¿a que a todos nos sale una sonrisita cómplice?
Vale, puede que no haga falta llegar a tanto… pero un término intermedio entre el rigor (mortis) vietnamita y el cachondeo español sí podría ayudar a combatir la corrupción.
Y por si fuera poco no se pierdan el nombre del funcionario condenado a cardena perpetua: Tran Kim Long. Si es lo que pasa en todos sitios, que se confían y al final a alguno lo trincan.
Lo que está claro es que ni un sólo alcalde de la isla se va a ir este verano de vacaciones a Vietnam.