- Qué bien se está aquí, en la orilla, con la aleta en remojo. ¿No es genial, Echedey?
- Sí, Pedro.
- Cántame algo, Eche.
- ¡Ay, Pedro, cómo eres! ¿Alguna canción en especial?
- No sé, alguna que me recuerde que llevo seis años, siete meses, 6 días, 16 horas y 53 minutos como presidente del Cabildo.
- Está bien, Pedro, allá va. “You must remember this. A kiss is still a kiss. A sigh is just a sigh. The fundamental things apply. As time goes by”.
- Qué voz tan profunda, Eche. Me encanta Casablanca. De hecho yo tengo mucho de Humphrey Bogart, también soy un hombre fatal. Tócala otra vez, Eche.
- “It's still the same old story. A fight for love and glory. A case of do or die. The world will always welcome lovers. As time goes by”.
- Algún día, dentro de mucho tiempo, la gente nos recordará como los héroes que sacaron a esta isla de la crisis, ¿sabes, Eche?
- Sí, Pedro.
- Y ahora con las nuevas licencias turísticas, ¿quién nos va a parar? Es la evidencia de que todo va viento en popa. Diremos que vienen de nuevo las vacas gordas y que necesitamos más hoteles para generar empleo y la gente se lo volverá a creer. En serio, Eche, ¿crees que soy un genio?
- Lo creo firmemente, Pedro. Un genio, un superdotado, un semidios.
- ¿Solo semi?
- Perdón Pedro, quise decir un superdios.
- Suena mucho mejor, ¿verdad?
- Sí, Pedro, mucho mejor.
- Cántame otra, Eche.
- Allá va. “And now, the end is near. And so I face the final curtain. My friend, I'll say it clear. I'll state my case, of which I'm certain. I've lived a life that's full. I travelled each and every highway And more, much more than this. I did it my way”.
- ¿Qué coño cantas, Echedey? ¿Cómo que “the end is near”? ¿Qué me quieres decir? ¿Que me estás calentando el sillón? ¿Es eso, Echedey? ¿Que me queda poco, que el final está cerca? ¿Eso es lo que piensas?
- ¡No, Pedro, no. Cómo iba a pensar eso! Era más por lo de la vida plena y lo de hacer las cosas a tu manera.
- Mira, Echedey, a mí no me engañas. ¿Crees que no me he dado cuenta de que desde que estoy imputado me miras diferente? ¿Crees que no sé lo de tus whatsapps con Oswaldo? ¿Crees que me chupo el dedo, Echedey?
- ¡Pedro, por favor! ¡Yo nunca...! ¡Pero qué estás diciendo! Yo soy tu sirenita y nunca podría... ¡por Dios, Pedro!
- Está bien, te perdono. Pero cántame la última, y afina bien.
- Vale, Pedro, ahí voy. “Welcome to the hotel California. Such a lovely place -Such a lovely place-
Such a lovely face. They're living it up at the hotel California. What a nice surprise -What a nice surprise- Bring your alibies”.
- ¡Qué bien cantas, Eche! Y qué buen inglés, cómo se nota que pasas tiempo con José Juan Lorenzo. A ver si nos llega una solicitud de licencia para un hotel que se llame así. Se lo voy a decir a Juanfrin a ver si se anima. ¡Canta Eche, canta, y no pares nunca de cantarme!