Un documental en 3D recrea cómo sería Lanzarote sin corrupción
SAN GINÉS Y EUGENIO SIGUEN EN ESTADO DE SHOCK
La pasada semana tuvo lugar la proyección de un documental en 3D que reflejaba, en clave de ficción, cómo sería la isla de Lanzarote si no hubiese corrupción, a la que asistieron diversos integrantes del grupo de gobierno del Cabildo y de la patronal, que siguen sin recuperarse del estado de shock que les produjo la película.
En el documental se retrataba una hipotética Lanzarote donde una empresa pública gestiona el agua de manera honrada y eficiente, donde el Cabildo no permite los desahucios porque se pone en su sitio ante los bancos, donde se legisla para proteger el interés común y no el de determinados empresarios, donde los buenos funcionarios, y no los fieles al partido, son los recompensados en las instituciones, donde nadie pasa necesidades porque la riqueza está bien distribuida, donde toda la prensa cuenta lo que ocurre y no lo que el dinero les obliga a contar, y donde desde las instituciones no se favorece a ningún empresario en concreto porque los partidos se autofinancian las campañas electorales.
El presidente del Cabildo, al terminar la película y en un estado de conmoción evidente, alcanzó a balbucear las siguientes palabras: “yo... no creo que... como documental de ficción está bien pero... mis amigos no me dejarían... es imposible que... que va que va... ¿pero entonces el museo submarino...? ¿Y Stratvs?... ¿Y Canal Gestión?... pero si Gerardo y yo... que va que va”.
En similares condiciones se encontraba Echedey Eugenio, que incluso olvidó quitarse las gafas 3D hasta algunas horas después de terminar la función y se iba tropezando con la gente. Durante la proyección sufrió algunos espasmos de colon y gritaba “¡populistas!” cada cierto tiempo. Después aseguró a la prensa que “la libertad de expresión debe tener unos límites claros y obras como esta deberían censurarse. No se puede engañar a la gente con imágenes de gobiernos honrados”.
Por su parte, la presidenta de ASOLAN, Susana Pérez, manifestó que el documental le había parecido “correcto como novelita rosa”, aunque matizó que “su credibilidad se sitúa al mismo nivel que Batman Returns, ya que pensar en una isla así es una utopía. Todos queremos ser ricos y no hay riqueza para todos, así que al final son los más listos los que lo terminan consiguiendo. Los que construyen sus hoteles midiendo mal las rasantes, los que sobornan para conseguir licencias para sus bodegas... nos guste o no, la única ley válida es y será siempre la ley de la selva. Algunos nacen para ser grandes empresarios y otras para ser camareras de piso, y de eso se trata, de intentar ser león y no cordero”.
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