“La Geria no es un espacio protegido” y “Stratvs se construyó sin movimientos de tierra”: la jurista y un técnico del Gobierno de Canarias, entre los afectados por comer paella con cannabis
FAUSTINO GARCÍA MÁRQUEZ DISERTÓ EN EL JUICIO SOBRE “LAS CARAS DE BÉLMEZ Y LOS MOVIMIENTOS DE TIERRA” Y SE LLEVA EL PREMIO LANCELOT 2020 AL MEJOR RELATO ESOTÉRICO-URBANÍSTICO
Ana María Quintana, jefa de los Servicios Jurídicos del Gobierno de Canarias, que defiende a tres de los acusados en el juicio del caso Stratvs y que llegó a negar que La Geria estuviese protegida, era parte del grupo de personas que el sábado pasado ingresaron en el hospital por haber ingerido una paella con cannabis en un restaurante de Arrecife.
También Faustino García Márquez, uno de los técnicos del Gobierno acusados en esta causa, que puso en duda que los 12.000 metros cuadrados del complejo Stratvs se pudieron construir sin hacer movimientos de tierra, estuvo presente en ese almuerzo e incluso se llevó la paellera con los restos a casa “para repetir por la noche”, porque encontró que la paella estaba “especialmente rica” y le “hacía ver la vida de otro color”. “Precisamente, de color de Rosa”, añadió entre risas el Hijo Predilecto de Gran Canaria y Premio Lancelot 2020 al mejor relato esotérico-urbanístico por su disertación en el juicio sobre “Las caras de Bélmez y los movimientos de tierra”.
Quintana ha relatado que fue el propio Rosa quien les invitó a comer la paella y que durante el almuerzo les estuvo convenciendo de que en La Geria en realidad no estaba protegida y que el concepto “movimiento de tierra” es muy subjetivo. “Los niños hacen castillos de arena en la playa y eso no se considera hacer movimientos de tierra. Pues es lo mismo que sacar miles de camiones de tierra y rofe de La Geria”, les dijo el empresario cuando sirvieron de postre una tarta al whisky "que también estaba un poco cargadita”.
Tanto Quintana como García Márquez se han mostrado “muy avergonzados” por lo sucedido y han pedido disculpas inmediatamente a la población de Lanzarote. “Lo sentimos mucho”, han dicho. “Sabemos que han salido muchos disparates por nuestras bocas, pero lo hicimos porque estábamos bajo los efectos de una paella alucinógena y de ese aura mágica tan especial que tienen los muy ricos como Juan Francisco. Pedimos perdón. No volverá a ocurrir”.
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