Gladys Acuña rompe su silencio tras dimitir como alcaldesa: “Román Rodríguez es mi barco velero cargado de sueños”

“PREFIERO SER CONDENADA POR LA JUSTICIA QUE POR JUAN FRANCISCO”

Ha pasado casi un mes desde que Gladys Acuña se vio obligada a dimitir como alcaldesa de Yaiza por una sentencia injustísima que la condenó a 14 años de inhabilitación, y todo ello a pesar del maravilloso voto particular del presidente del TSJC, que dio una lección al mundo sobre lo que es y lo que no es prevaricar. Ahora, la ex reina del sur ha decidido romper su silencio y contar con pelos y señales los entresijos de su agitada vida política, que la llevó desde el PIL de Dimas Martín a la Nueva Canarias de Román Rodríguez, pasando por ese entrañable engendro político llamado UPY.

La inhabilitación le cayó como una losa hace unas semanas, pero ella asegura que hiciera lo que hiciera, sería condenada: “Esto es así. Si le daba la licencia a la bodega de Juan Francisco, me condenaba la justicia por prevaricar. Y si no le daba la licencia, me condenaba Juan Francisco por no entrar por el aro como han hecho todos con él hasta ahora. Y mi niño, yo tengo claro que prefiero que me condene la justicia a que me condene Juan Francisco. Salgo ganando seguro”.

De su relevo en el consistorio sureño, Gladys asegura que se siente segura y confiada de que Óscar Noda lo hará bien: “No tan bien como yo, claro, porque eso no es posible, pero creo que he dejado el ayuntamiento y el partido lo suficientemente planificaditos como para que hasta un guanaja pueda llevarlos, así que mi Óscar no va a tener problema ninguno. Burro cargado busca vereda”.

De Román Rodríguez ha dicho algunas de las palabras más bellas que se han oido nunca en la política insular: “Cualquier otro me hubiera dicho: Gladys, el horno no está para bollos. Pero él, como ese padre al que le regresa el hijo pródigo y mata el mejor cochino para celebrarlo, él me ha abierto las puertas de Nueva Canarias de par en par y yo nunca lo voy a olvidar porque soy muy agradecida. Román es mi barco velero cargado de sueños que cruzó mi bahía”.

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