La defensa de Rosa sostiene que comportarse como un hijo de puta no tiene por qué ser delito
“SERÁ MORALMENTE REPROCHABLE, PERO NADA MÁS”, DICE CHOCLÁN
El abogado de Juan Francisco Rosa, José Antonio Choclán Montalvo, conocido en el mundillo jurídico como “El exorcista de los corruptos”, negó al presentar sus conclusiones en el primer caso de Stratvs que su cliente incurriera en un delito de tráfico de influencias. “Podrá parecer mal que a veces un ciudadano se comporte como un verdadero hijo de puta. Podrá parecer éticamente reprobable. Se podrá pensar yo no lo haría, pero eso no supone incurrir en un delito”, señaló el letrado.
Y es que, según Choclán, “una mera llamada de 'cómo va lo mío', 'necesito que me ayudes' o 'como no me des la licencia de los cojones la próxima campaña electoral te la va a financiar Rita la cantaora'”, no es suficiente para probar el tipo penal por el que Rosa está acusado en esta pieza de la causa. “Estamos hablando de las típicas llamadas que hacen con naturalidad la gente con power, la gente que manda de verdad, esa gente maravillosa con mansiones de ensueño y vicios caros, aunque siempre habrá algún muerto de hambre que piense que así no se hacen las cosas”, añadió.
Además, el abogado reprochó a la Fiscalía y a las acusaciones particular y popular que durante el juicio se refirieran a otros hechos que rodean a la construcción y puesta en marcha del complejo Stratvs. “Hemos oído a las acusaciones de forma machacona y repetida hablar de metros, de que no se ajusta al proyecto, del restaurante, del museo, de usurpación de solares, de tratos de favor, de playas destruidas, de gente desahuciada de sus casas por la codicia de mi cliente, del sufrimiento y el dolor provocado por el legítimo derecho del señor Rosa de ser cada día más rico... pero aquí no hemos venido a hablar de esas gilipolleces”, dijo Choclán.
El abogado de Juan Francisco Rosa también dedicó buena parte de sus conclusiones a cargar contra dos peritos que declararon en el juicio, los juristas del Cabildo Joana Macías y Leopoldo Díaz, a quienes acusó de ser “asquerosamente honestos”, algo que, según el letrado, “no cabe en un mundo cruel y despiadado como este, donde lo que cuentan son los negocios y saltarse la ley para hacerse rico. Gente honrada y decente como Joana y Polo dejan en muy mal lugar a quienes un día decidieron legítimamente dejar la ética a un lado para ganar inmensas cantidades de dinero. Por tanto, es lógico y deseable que el presidente del Cabildo les haya apartado de sus funciones, porque gente así son un verdadero peligro para el sistema”.
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