Cónclave en Yaiza para definir una nueva teoría de la conspiración “más sofisticada y creíble”

“La teoría sobre el origen oscuro del caso Unión está agotada y hay que inventar algo nuevo”. Así de contundente se expresa el grupo de analistas que se reunieron este fin de semana en un hotel de Yaiza para darle forma a una nueva teoría de la conspiración que siga protegiendo los intereses del clan.

“Las recientes demandas del juez Pamparacuatro y el fiscal Stampa han hecho mucho daño a los guionistas del sector, por lo que se hace imprescindible crear una nueva teoría más sofisticada y creíble que nos permita seguir haciendo creer a la opinión que quienes vulneran sistemáticamente la ley son en realidad víctimas de un complot oscuro”, aseguran los expertos.

Así, según nos avanzan algunos analistas, se estaría pensando en una operación en la que estarían implicados la suegra de un apuesto concejal de Arrecife, un empresario del sector de los helados, la madame de una casa de citas y un famoso presentador de televisión, junto con una nueva hornada de abogados, técnicos del Cabildo e incluso un repartidos de garrafas de agua que estaría compinchado con el verdadero cerebro de la trama, un vendedor de cupones de la calle Real.

En este nuevo folletín ocupa un lugar central el repartidor de garrafas, votante de Podemos, que estaría traficando con agua de la desaladora de Montaña Roja para generar una diarrea colectiva a los trabajadores de la tercera planta del Cabildo (de ahí que a este grupo extorsionador se le conocerá como “la mafia marrón”), donde se encuentran las dependencias de Presidencia. Con ello, el vendedor de cupones, que tiene una despampanante cuñada en paro desde hace años, podría colocarla de manera provisional como secretaria del Presidente con el objetivo de seducirlo hasta anularle completamente la voluntad, de manera que lograría que gobernara pensando en el interés general y perjudicando por tanto los intereses de un grupo de nobles empresarios locales.

“Hay muchos detalles por pulir”, aseguran los guionistas, “pero estamos seguros que esta nueva versión de la teoría de la conspiración gustará mucho más al público que la anterior tabarra del caso Unión”.

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