Otra vez en el candelero

El viceconsejero de Política Territorial del Gobierno de Canarias, Mario Pérez, confesó el pasado domingo a las seis de la tarde, a través de su muro de Facebook, que se está leyendo “Terra Nostra” una de las novelas más conocidas del recientemente fallecido escritor Carlos Fuentes.

La noticia comenzó a propagarse como la pólvora por las redes sociales, y a medianoche llegó incluso a superar en popularidad al viaje caribeño de Pedro de Armas. De inmediato fue convocado un gabinete de crisis por la cúpula de Coalición Canaria.

En el transcurso de la reunión de urgencia, Paulino Rivero pidió a Domingo Berriel que “atara en corto al conejero” y que no permita “que vuelva a poner en ridículo a este Gobierno fingiendo ser un intelectual”.

“Una cosa es aprovechar el Facebook para comentar cuestiones personales, pero siempre teniendo en cuenta que no se puede perjudicar al partido”, ha declarado una fuente cercana a Coalición Canaria que prefiere mantenerse en el anonimato. “Vale que puedes colgar que eres católico y que estudiaste en el Instituto de Haría, pero pavonearse de esa manera con una novela de 800 páginas tratándose de alguien como Mario es cuando menos poco creíble”, añadió la misma fuente.

Ajeno a la polémica suscitada, Mario Pérez se ha limitado a remitir a los medios el siguiente comunicado personal: “Terra Nostra, aparecida en 1975, es la novela más ambiciosa y compleja del escritor mexicano Carlos Fuentes. Ganadora del premio Rómulo Gallegos en 1977 es, sin duda, uno de los títulos fundamentales de la narrativa hispánica contemporánea. Un lenguaje en constante ignición, crea, destruye y reinventa la maquinaria crítica de la fábula: desde el remoto silencio del mundo de los mitos cosmogónicos a la noche mohosa y chirriante de grilletes y gorgueras de la España de los Austrias”.

“Además”, continúa Pérez en su comunicado, “Terra Nostra es un vasto viaje por el tiempo que se remonta a la España de los Reyes Católicos para desvelar el ejercicio del poder trasplantado a las colonias; el de Felipe II, el absolutismo español de los Austrias, el mecanismo y las estructuras verticales del poder en la América española, en definitiva. Y es, también, un texto que somete a crítica la noción misma de relato. En la historia de la novela representa un caso límite: epifanía y fundación”.

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