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La empresa Instalaciones Eléctricas Conejeras (Inelcon) facturó cada caramelo de la cabalgata de Reyes de 2010 a 37 euros la unidad, según lo desvelado en el marco de la operación Montecarlo.

Según el alcalde de la ciudad en aquel entonces, Cándido Reguera, “no se trataban de caramelos cualquiera. Ese año decidimos sustituir los clásicos caramelos de Tirma por la prestigiosa marca Butter Toffee. Obviamente el precio era superior, pero la calidad merecía el pequeño esfuerzo”.

Según los números que arrojan las facturas del Ayuntamiento de Arrecife, se pagó con dinero público 120.000 euros en concepto de maquillaje y atrezo de los Reyes Magos. A este respecto, Reguera comentó que “es cierto que nos salimos un poco de la norma a la hora de plantear las caracterizaciones de los magos de oriente, pero siempre pensando en que cada vez más niños sospechan de la impostura. Así que a dos de ellos les pagamos implantes de pelo en la barba, para que pareciera más real, y al que hacía de Baltasar le pagamos la cirugía estética para convertirlo en un negro de verdad, que era su sueño desde pequeñito”.

El socialista José Montelongo, que era concejal de Hacienda en el momento del pago de algunas de las facturas que fueron investigadas, ha reconocido sufrir problemas respiratorios derivados de estas prácticas: “Cuando llegué al Ayuntamiento todo el mundo me dijo que esto era normal, pero yo ya estaba asfixiado de tanto inflar facturas, por lo que propuse como medida de higiene y transparencia la compra de una bombona de helio para poder seguir haciéndolo sin que nos costara la salud. Esta ha sido siempre la política del PSOE, buscar soluciones prácticas a problemas concretos”.

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