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Creado en 27 Abril 2011 0 Comentarios

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empichado

El fin de la Semana Santa en Arrecife dio paso a otra de las grandes fiestas populares que se viven en la capital cada cuatro años: el empichado de calles. Desde el pasado lunes, las procesiones religiosas han dejado paso a las concentraciones multitudinarias para contemplar un espectáculo que se ha convertido en una seña de identidad del pueblo lanzaroteño.

Juan Padrón, vecino de Valterra, lleva más de veinticinco años asistiendo a la cita: “Al principio no calculaban bien y a veces ponían más piche de la cuenta y duraba más de cuatro años, pero ahora prefieren no arriesgar y poner una capa finita finita, de modo que justo después de tres años y medio hará falta empichar otra vez. Todo está mucho mejor planificado”.

Sebastiana Hernández, vecina de la calle Juan de Quesada, acude a las obras acompañada de sus hijos Jonathan y Jessica, de 3 y 5 años: “Me gusta que se vayan empapando desde pequeñitos de lo que son nuestras costumbres. Con tanto inmigrante estas cosas puede que se pierdan algún día y me gustaría que los chiquillos al menos tuvieran un recuerdo de una cosa tan nuestra como esta”.

Salustiano Pérez, jubilado, lleva toda la vida viviendo en la calle Paz Peraza, y se levantó a las cinco de la mañana para ser el primero en ver llegar a los operarios de las obras: “Esto es lo más bonito que hay. Yo estuve una vez en la bajada de la Virgen de las Nieves, en La Palma, pero esto no tiene comparación. A mí me emociona mucho más ver currar a los chiquitos de Lanzagrava que ver bailar a unos enanos, qué quiere que le diga”.

Cándido Reguera, por su parte, ha prometido que si alguna vez vuelve a ser alcalde propondrá que el Empichado de Calles de Arrecife sea declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad.

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