Corrupt Suite Resort

Llamó la atención el despliegue publicitario del pasado sábado en la prensa nacional del hotel Princesa Yaiza. Como recordarán, este hotel fue uno de esos en los que los albañiles se despistaron y construyeron dos plantas de más, y como ya estaba hecho pues lo dejaron así. Uno de esos que ahora dicen que no hay que hacer nada con ellos ni con sus propietarios (en todo caso beatificarlos) porque dan trabajo a un montón de gente.

¿Y si nos hacemos otras preguntas más interesantes? Venga, imaginemos que demolerlo, que sería lo de dicta la ley, no fuese la solución más adecuada. ¿De qué se trataría entonces? ¿De buscar un escarmiento para el empresario distraído? ¿De buscar una compensación para tooodos aquellos que sí cumplieron la ley, es decir, para la sociedad? ¿Quizá calcular cuánto está ganando por cada habitación que no debería existir y abonar un cánon al Cabildo? Por ideas que no falten.

Si es así, el debate está servido y es muy interesante. Si lo que proponen otros es, sin embargo, que nada ocurra con ese empresario, lo más probable es que vuelva a saltarse la ley a la torera, que en este caso es MUY rentable. Y si quienes lo proponen son, encima, sus propios empleados que casualmente son periodistas, pues la cosa ya deja de hacer gracia en absoluto.

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