Hasta el último momento dudamos entre la pija toleta de la película “Una rubia muy legal” y entre Juana la Loca para representar la salida de tono protagonizada la semana pasada por la hijísima de Felipil Fernández Camelo, Juana Fernández.
A la letrada no se le ocurrió otra cosa que presentar un escrito en el Ayuntamiento de Arrecife “exigiendo” al alcalde que cesara al concejal de la oposición Andrés Barretero por, según ella, presuntas incompatibilidades.
A pesar de lo insólito de la situación, los primeros datos de la investigación apuntan a que la encantadora Juana se dirigía tranquilamente hacia Arrecife la tarde del miércoles, cuando se le ocurrió abrir la ventanilla del coche justo en el momento en que atravesaba la cortina de humo negro que procedía del incendio del vertedero de Zonzamas.
La inhalación de los gases tóxicos, unida a la calima que azotó la isla la semana pasada, parecen ser los responsables directos de que la joven abogada llegase a Arrecife gritando como una loca “a papá no le llama corrupto nadie” y se dirigiera al Ayuntamiento a presentar el escrito.
Según fuentes no oficiales, el colegio de abogados de Lanzarote ya se ha puesto en contacto con el colegio de psicólogos de la isla para que se hagan cargo de ella.