Miguelito no desaparece

Después de haberle visto haciendo el cafre en la alcaldía de San Bartolomé durante años, da un poco de “pena” ver la jeta de Miguelito mientras explica los pormenores de la campaña (de la vendimia, no de la electoral).

Desde el púlpito que le queda, el del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, Miguelito puso su cara de niño bueno (tipo Duquesa de Alba) para pedir ayudas para los viticultores y la mejora de la comercialización del vino, lógico en alguien que, tras ser pateado del Ayuntamiento, se dedica a hacer negocio con el sinfín de tierras que acumuló en su etapa de cacique de Sanbar.

Y es que sólo con lo que ha debido costar la finca tipo Falcon Crest que tiene en La Vegueta, ya le daría para pagar las ayudas a los viticultores de la isla durante 10 años por lo menos. A ver si el Consejo Regulador elige a otro presidente, y así nos ahorramos la revoltura de tener que seguir viendo a semejante personaje aperecer de vez en cuando en los medios de comunicación.

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