Los mejores chorizos de Canarias

Este verano, el Centro de Datos del Cabildo hizo público un informe que explicaba el porqué de los precios tan altos de la alimentación en Lanzarote en relación con el resto del Archipiélago.

En el estudio se recogía que los factores de la carestía son, además del conocido sobrecoste por el transporte marítimo, la “poca competencia” que hay en la isla, dándose el caso de que el 61% de la distribución alimentaria se concentra en dos empresas: Hipertimo y Spar Aestafarte.

Explicado así, técnicamente, no duele demasiado. Pero si vemos que esa “poca competencia” es la manera fina de decir que ambas empresas se han puesto de acuerdo para subir los precios ya que tienen una posición dominante en el mercado, la cosa empieza a escocer.

O dicho más explícitamente: los Marciales (Spar en la isla) e Hiperdino llevan años estafándonos, subiendo los precios por el morro, y escudándose en que la doble insularidad como causa (única) de los sobreprecios en Lanzarote (ya vemos que la doble inmoralidad también tenía algo que ver).

Así que ya saben. Si no terminaban de entender cómo una simple empresa de alimentación como Supermercados Marcial podía meterse de lleno en el negocio inmobiliario (comprando el Arrecife Gran Hotel y Garavilla junto con sus socios de Forniconsa, por poner dos ejemplos), o por qué la empresa propietaria de Hiperdino tiene como principal actividad la especulación bursátil, aquí tienen la explicación: porque estos señores deben pensar aquello de que “es una indecencia permitir que los tontos conserven su dinero”.

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