Buenos (des)propósitos 12. El nombre de la biblioteca

Domingo 23:30 h. Cuartel General de Coalición Canaria en Lanzarote.

- Señores, disculpen que los hayamos convocado de urgencia un domingo a estas horas, pero el asunto que traemos creo que lo merece.

- Debe ser grave, desde luego. ¿Qué ha sido? ¿Suso quiere dos circuitos de rallies? ¿Le ha dado otro brote a Pedro? ¿Luis se ha puesto celoso y quiere ponerse peluquín?

- Mucho peor, me temo. La reciente elección del nombre del teatro insular ha generado un profundo malestar entre algunas personas.

- ¿Malestar? ¿Y eso por qué?

- Pues porque cada cual tiene su corazoncito y alguno cree que hay motivos para darle su nombre a un edificio. Por eso había pensado ponerle nombre ahora a la biblioteca a ver si se calman un poco.

- ¿Lo ves? Te dije que eso de la participación ciudadana era un invento del demonio. ¡Te lo dije!

- Tranquilo, pollardela, ahora el daño está hecho pero hay que buscar una solución para que la cosa no se desmadre del todo. Hasta ahora solo han saltado tres personas, pero no quiero que se extienda como una epidemia de egos engordados.

- ¿Y se puede saber quiénes son esos tres que se han rebotado?

- Félix Hormiga, Domingo Suárez y Duchemín.

[Se hace un silencio sepulcral. Todos se miran unos a otros con caras de incredulidad]

- ¿En... en serio? ¿Domingo Suárez? ¿Duchemín? ¿Hormiga? Pero... si...

- A ver, yo soy el primero al que le da repelús pensarlo, pero lo cierto es que están dolidos y hay que hacer algo.

- Pero... no puede ser... o sea... después de diseñar el teatro, la biblioteca y el Cabildo, ¿Domingo pretende que encima le pongamos su nombre a uno de sus engendros arquitectónicos? ¿Y Duchemín? ¡Pero si es carne de juzgado! Por no hablar de Hormiga, que su mayor logro es haber conseguido publicarse sus propios libros desde el Cabildo.

- Eso lo sabemos todos, pero una cosa no quita la otra. También ha hecho un gran servicio para Coalición. Por no hablar de Duchemín, que ha firmado lo que pocos estarían dispuestos a firmar. Es evidente que se merecen una recompensa.

- ¿Pero nos estamos volviendo locos? ¿Cómo va a llamarse Duchemín la biblioteca? ¡Duchemín y libros son conceptos antagónicos! ¡Y de Domingo solo me acuerdo cada vez que me duele el culo en las butacas del teatro!

- Gente, como diría Marcos Bergaz con lo de Polo, vamos a olvidarnos del pasado y seamos constructivos. ¿Cómo haríamos para someter a votación el nombre?

- No sé, ¿que cada quien se proponga a sí mismo y después se vota? Así el que más se lo curre movilizando a su familia o quien más amigos tenga es quien gana.

- Puede ser. Óscar, encárgate de todo y sobre todo trata de ser exquisito en el trato con ellos, que parezca que los apreciamos, ya sabes.

- ¿Y si no funciona? ¿Y si se mosquean igual?

- Pues entonces cortamos por lo sano y decisión salomónica. Tendremos un edificio único en el mundo que se llamará Biblioteca Insular HSD, Hormiga Suárez Duchemín.

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